7 CONSEJOS PARA CONSERVAR CORRECTAMENTE EL VINO EN CASA

Hay vinos que nos gusta guardar para fechas o momentos especiales. Quizás también nos guste tener una pequeña cava en casa donde mantener nuestros vinos preferidos con los que poder agasajar a nuestros invitados. También hay vinos llamados de guarda que pueden ser conservados durante un tiempo para que alcancen toda su plenitud. Sea como sea, el almacenamiento correcto del vino es algo esencial que todos deberíamos cuidar para que el vino llegue al momento de su consumo en el mejor estado posible.

Una posible solución son las cavas refrigeradas de vino que permiten controlar temperatura y humedad. Es una solución recomendable pero no necesaria. Si no sueles conservar los vinos por mucho tiempo o no dispones del espacio o los recursos para adquirir uno de estos electrodomésticos, te presentamos estas 7 recomendaciones para que puedas disfrutar de tus vinos en todo su potencial:

  1. Posición de las botellas: La primera recomendación es mantener siempre las botellas en disposición horizontal para conseguir que el vino esté en contacto permanente con el corcho. De esta forma, el corcho se mantiene humedecido y mejora su impermeabilidad. Excepción: Los vinos espumosos se deben mantener en posición vertical, ya que el contacto continuado del vino con el corcho podría acabar deteriorando el corcho y sacrificando la calidad del gas carbónico (responsable de la calidad de las burbujas). En este caso, el gas carbónico, que tiende a subir, permite que el corcho conserve el grado de humedad idóneo. 
  1. Temperatura estable: Uno de los principales enemigos del vino son los cambios bruscos de temperatura, ya que pueden deteriorar el cierre hermético del corcho y provocar una oxigenación prematura del vino que acabaría estropeándolo. Debemos, por tanto, buscar un lugar que goce de temperatura relativamente estable. Recomendación: Se debe evitar guardar los vinos en la cocina, cerca del boiler, o en lugares donde haya sistemas de calefacción o de aire acondicionado que provoquen fuertes oscilaciones térmicas. 
  1. Temperatura baja y humedad relativamente alta: Lo más recomendable es que mantengamos los vinos en un lugar con una temperatura ambiente entre 12 y 16ºC (grados centígrados) y con una humedad entre el 60% y el 80%. Estas condiciones se suelen dar de manera natural en lugares subterráneos (sótanos) o bodegas con cierta ventilación. ¿Por qué temperatura entre 12 y 16ºC y humedad entre 60% y 80%? El calor es el principal enemigo del vino. Por encima de los 21ºC el vino madura o envejece demasiado rápido e, incluso, puede perder aromas o sabores. Temperaturas excesivamente bajas tampoco son aconsejables ya que afectan al cierre hermético del corcho y la congelación del líquido puede provocar que el corcho sea expulsado. Por su parte, una humedad baja puede hacer que el corcho se seque y se contraiga, provocando posibles filtraciones de aire y la mencionada oxigenación prematura del vino. Finalmente, una humedad excesivamente alta puede favorecer la aparición de mohos y hongos en el corcho que acaben estropeando el vino.

  2. Evita fuertes vibraciones, ruidos u olores intensos:

    Las vibraciones, los ruidos de cierta intensidad y los olores fuertes también son enemigos del vino. Las vibraciones y los ruidos pueden provocar que los sedimentos naturales del vino no se depositen en la base de la botella y los vinos tengan una consistencia turbia y arenosa, acelerando además ciertas reacciones químicas en el vino. Por su parte, los olores fuertes pueden penetrar en las botellas a través del corcho (recordemos que los vinos “respiran” por el tapón) y opacar los aromas propios y naturales del vino.

  3. Evita la luz directa: Debemos evitar exponer las botellas a la luz directa, particularmente a la luz solar, ya que los rayos ultravioletas (UV) pueden degradar el vino y acelerar su envejecimiento. Esta es la razón por la que la mayoría de las bodegas vinícolas utilizan botellas de vidrio oscurecido. 
  1. Tiempos de conservación: No todos los vinos mejoran con el tiempo ni están preparados para ser conservados por varios años. De hecho, son pocos los vinos de guarda con la calidad y condiciones necesarias para mejorar con el paso del tiempo antes de entrar en su declive. Por tanto, antes de decidir conservar una botella durante años debemos saber si reúne las condiciones adecuadas para la guarda. Esto dependerá de las condiciones particulares de cada botella y del tipo de vino en cuestión. En general, los vinos tintos con buena acidez y alcohol y con una prolongada crianza en barrica son los más adecuados para la guarda. En el otro extremo se situarían los vinos blancos jóvenes y afrutados o rosados sin barrica. El tipo de uva y las condiciones en que estuvieron conservados previamente también son factores a tener en cuenta. 
  1. Y cuando los abrimos, ¿cuánto tiempo duran antes de estropearse?: Una vez abierta la botella, el aire entra en contacto con el vino y comienza la oxidación. Este efecto, que inicialmente es positivo porque permite respirar al vino (que se abra y exprese sus aromas), e incluso lo potenciamos moviendo la copa en círculos para oxigenarlo, es la razón por la que el vino, después de un tiempo, va perdiendo aromas y sabores y puede terminar en vinagre. No podemos evitar este efecto, pero sí ralentizarlo. Para esto, mantén la botella tapada en el refrigerador en posición vertical. El frío reduce el efecto de la oxidación y al mantener la botella en posición vertical reducimos la cantidad de líquido que está expuesto al aire. También podemos optar por la utilización de una bomba de vacío (o tapones herméticos) para extraer el aire del interior de la botella. En general, el vino espumoso es que el que peor se conserva una vez abierto y es recomendable consumirlo en el momento. Los vinos blancos y rosados pueden durar unos 3 o 4 días y los tintos hasta 5 o 6 días.

Estamos seguros de que si sigues estos prácticos consejos tus vinos se conservarán en buen estado, permitiéndote disfrutarlos sin preocupaciones.

Salud!

Equipo Top Vinum

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